La creación de Le Fumiste fue un largo proceso de cuatro años en el que se dio más importancia al aprendizaje y la exploración que a la obtención de un resultado. Gracias a esta filosofía de trabajo se exploraron numerosos universos estéticos y artísticos hasta dar con la forma adecuada para contar esta historia.

Para poder financiar esta creación, Davel Puente Hoces participó en otros proyectos escénicos entre los que destaca el Cirque Bidon, con el que realizó tres giras en Francia e Italia entre 2014 y 2016.

Los ensayos y la primera escritura se llevaron a cabo cerca de Dijon en el año 2013. Durante los siguientes cuatro años se sucedieron residencias de creación en Madrid, Barcelona y Toulouse. El estreno tuvo lugar en febrero de 2017 en Vaour, Francia.

El espectáculo busca conectar a los espectadores con sus propios recuerdos de manera que sean conscientes de que todo lo que viven se convertirá en algo pasado, y salgan motivados a convertir cada momento de su vida en la mejor memoria posible.

La utilización del humo y el cristal como metáforas visuales aportan el concepto de fragilidad y valor que tienen nuestros recuerdos: podrían quebrarse en cualquier momento y desaparecer para siempre. Los abuelos son el pilar metafórico que porta el mensaje del espectáculo. Las personas mayores tienen sobre todo pasado, mientras que los niños pequeños tienen ante todo futuro. Esa reflexión sirve para potenciarla transmisión entre abuelos y nietos. Una relación mágica que debemos cuidar y facilitar.

A nivel visual, Davel Puente aprovecha su pasado como artista de circo y mago para ilustrar los recuerdos de la vida cotidiana como la experiencia mágica que en realidad son.