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Teatro Arbolé (Aragón) / “La biblioteca imaginaria”

TEATRO ARBOLÉ (Aragón) / “LA BIBLIOTECA IMAGINARIA”

  10 / Octubre / 2022
   11h. y 17 h. 

  ESCENARIO INFANTIL
  Público familiar + 4 años
   55´ 
   Títeres de mesa, y de papel
  Espectáculo gratuito.

“LA BIBLIOTECA IMAGINARIA”

“La Biblioteca imaginaria” cierra una trilogía, que se inició con “Veo Leo” y continuó con “Leocadia y los ratones”, cuyo objetivo principal era transmitir a los niños y niñas el placer de la lectura, y presentar las bibliotecas como lugares llenos de magia, en las que cada libro es un pequeño y maravilloso tesoro.

En esta ocasión, Leocadia, nuestra particular bibliotecaria, y Laura, nuestra pequeña e incansable lectora, viajarán a través de los libros y correrán grandes aventuras en un viaje iniciático que transformará a Laura.

La niña, caerá en el libro hasta la madriguera de “Alicia en el país de las maravillas”, será arrastrada por un huracán entre las páginas de el “Mago de Oz”, y volará sobre los párrafos en los brazos de “Peter Pan”.

Pero en un sortilegio, similar al de “La historia interminable”, los libros  comenzarán a desaparecer, porque los niños y niñas han dejado de imaginarlos y leerlos. Nuestra pequeña Bastian, salvará la biblioteca y animará a todo el público a leer de nuevo, porque…“Si te gusta la aventura, comienza con la lectura, si te gustan los viajes, los libros son tu equipaje, si a mil mundos quieres ir, un libro tienes que abrir”

Ficha artística:

  • Basada en una idea de Esteban Villarrocha
  • Dramaturgia:    Azucena Roda
  • Dirección:    Azucena Roda e Iñaqui Juárez
  • Titiriteros:    Pablo Girón y  Azucena Roda
  • Música:    Faustino Cortés
  • Producción:    María José Montón e Iñaqui Juárez
  • Vestuario y muñequería:    Julia Juárez y María José Montón
  • Iluminación:    Julio Sebastián
  • Escenografía:    Julia Juárez
  • Construcción de Muñecos:    Teatro Arbolé
  • Asistencia en la construcción: Isabela Loredana Prusac
  • Fotografía y diseño gráfico:    Julia Juárez
  • Gestión:    Lidia Becana
  • Distribución:    Pilar Pardo, Ideando Teatro S.L.
  • Prensa:    Ana Rioja
  • Redes sociales:    Annaís Gutiérrez

 LA BIBLIOTECA IMAGINARIA del TEATRO ARBOLÉ

¿Quién lee hoy?, se pregunta con escepticismo Esteban Villarrocha, y para paliar este descenso de lectores de libros, se ha confabulado con dos de los actores más activos de Arbolé, Pablo Girón y Azucena Roda, para crear un tríptico de espectáculos que tienen al libro como protagonista, a una Biblioteca como espacio escénico, y a una activa, risueña y cantarina bibliotecaria llamada Leocadia, que interpreta la citada actriz Azucena Roda. Son: Veo LeoLeocadia y los ratones, y ahora La Biblioteca Imaginaria.

Le preocupa a Villarrocha el auge del medio digital que parece haber declarado la guerra al papel, y qué duda cabe que tiene toda la razón del mundo, aunque algunos dicen que los niños siguen leyendo, no tanto en los soportes de papel, sino en los nuevos artilugios digitales de lectura. Lo que sí parece estar en declive es el libro como soporte principal, sustituido por la Tablet o el ordenador, especialmente en las edades más avanzadas de la infancia y la adolescencia. Y lo más grave, seguramente: el descenso de la capacidad de atención y de concentración que tienen los jóvenes alumnos, abducidos por las distracciones de los gadgets digitales: juegos, series, redes, Tablets, móviles, …

A esta compleja y preocupante problemática se enfrenta Villarrocha y los actores que lo secundan, con unas obras que buscan estimular el sentido de la lectura tratada no como un deber sino como una aventura, unos espacios a descubrir, o tremendos y a veces peligrosos viajes a tierras desconocidas.

El último título de la serie, La Biblioteca Imaginaria, es el que se acaba de estrenar en el mismo Teatro Arbolé en una sesión escolar con la sala repleta de niños. En la platea estaba el equipo entero de producción, con un emocionado Esteban Villarrocha, que veía con sus propios ojos el resultado de sus denuedos en buscar soluciones a las tozudas problemáticas antes mencionadas.

El método seguido para la creación de la obra se parece un poco al sistema tradicional de los títeres populares: se parte de un argumento original o canovaccio, como se dice en italiano, en este caso escrito por Esteban Villarrocha, donde se marcan las líneas principales, los personajes, las situaciones y un primer esbozo del texto. Luego, el trabajo de los actores va transformando el cannovaccio en lo que será la obra, lo moldea y lo adapta a las necesidades propias del espectáculo. En este caso fue Azucena Roda quien se encargó de fijar el texto y de firmar la adaptación según iba saliendo de los ensayos con Pablo Girón. Luego, la mirada exterior del equipo de la compañía fue ahormando la forma que iban tomando los ensayos, hasta que al final otra mirada, la ducha de Iñaki Juárez, acabó de tallar, pulir y sacar las aristas del producto. Un trabajo colectivo de creación liderado por los dos actores el cual, como confesaron ellos mismos, es el más largo de los métodos; pues cuando hay un director, se avanza a paso ligero hacia la escena final, mientras que con la artesanía del sistema colectivo, aun siendo más concienzudo y producir por regla general mejores resultados, el proceso es más largo y tortuoso.

Creo que Arbolé ha producido, con esta obra, uno de sus mejores títulos de los realizados para todos los públicos. En ella se combina el trabajo actoral de los dos titiriteros con el recurso escénico del libro tridimensional o pop-up, que en este caso se convierte en la verdadera base de espectáculo, al ser el punto de partida de donde emanan las figuras y los personajes de los cuentos que se van desplegando en la mágica biblioteca de Leocadia. Para ello se cuenta con el trabajo de los dos actores-animadores, que ejecutan una labor realmente ejemplar.

Azucena Roda está espléndida en su papel de bibliotecaria. Ella da voz a Laura, la niña protagonista, marcada por una extravagancia: le gusta leer y es de las pocas que acude a la biblioteca. Roda se interpreta a sí misma pero también a la niña y a muchos otros personajes de la obra. Su dominio de la voz es extraordinario y ha alcanzado una maestría insólita en cambiar de registro vocal y dar vida a muñecos que incluso ella no manipula.

Por su parte, Pablo Girón está magnífico en su papel de manipulador invisible que está sin estar, con una presencia impecable de contención que es a la vez tensa y distendida, una ambigüedad que es lo más difícil de conseguir y que solo se alcanza con los años de experiencia y de saber escuchar; es decir, cuando se adquiere la maestría del oficio. Una posición contenida que hierve por dentro, pues en cualquier momento debe dar voz a un monstruo, o a un personaje estrafalario y chillón, como ocurre con el cuento de Alicia y el personaje de la Reina, que Girón borda, visual y vocalmente.

La forma de los títeres, diseñados por Julia Juárez y construidos entre todo el equipo de Arbolé, está bellamente marcada por el libro y por las escenografías en pop-up que surgen de sus páginas, con lo que el montaje adquiere una preciosa organicidad: todo está justificado y no hay ni personajes, ni títeres ni escenas que chirríen o se salgan de marco.

Y lo más importante: los viajes que propician los cuentos desplegados (Alicia, el Mago de Oz, El Principito, Peter Pan…) se convierten para los niños espectadores en verdaderos viajes, se alcanza una verdad de los argumentos y de los personajes, manteniendo siempre el obligado sentido del humor marca de la casa, de modo que hay distancia, ironía y, por lo tanto, inteligencia.

Destacaría la afortunada decisión de pasar de los títeres tridimensionales a los de dos dimensiones o ‘planistas’, como a veces se les llama: son los personajes que salen directamente del libro, como es de lógica que así sea, escapados de la presión de las hojas. Un recurso que se borda en el caso de Alicia y sus sucesivas transformaciones en los espacios marcados por las páginas del libro. Luego, cuando escapan del papel y se adentran en las ‘realidades imaginarias’ de cada historia, vuelven a tomar tridimensionalidad.

Como decía antes, una de los mejores títulos de Arbolé, con una preciosa armonía entre forma y contenido, y un uso del pop-up que no se ensimisma en su propia técnica, sino que es funcional y práctico a fin de crear visiones imaginarias que salen del libro para ocupar el escenario entero. Una obra sin duda de madurez, que gustará por igual a grandes y pequeños.

Toni Rumbau – Abr 1, 2022 – Artículo publicado en TITERESANTE

Teatro Arbolé (Aragón)

Arbolé, una fábrica de sueños.

Más de cuatro décadas dedicados al teatro de títeres, creando una cosmogonía en torno a la educación, la cultura y los muñecos.

Teatro Arbolé trata desde la tradición llegar a las vanguardias, siempre ha intentado investigar lo conocido para introducirse en lo desconocido. Siempre procuramos viajar manteniendo viva la inquietud por aprender. Como decía nuestro paisano Goya en uno de sus grabados: Aún aprendo.

En estos  más de 40 años hemos pasado de la ingenuidad ácrata de los inicios a la construcción tangible de un sueño; vivir de nuestro oficio: los títeres.

Siempre han procurado “Viajar ligero para llegar compensado” y cada día renuevan su  compromiso con el público comenzando las funciones con este grito: ¡Público! ¡respetable público! La función va a comenzar.

Ampliar información:  https://www.teatroarbole.es/